sábado, 13 de febrero de 2016

OBRA DE TEATRO "EL FABRICANTE DE SUEÑOS". ALEJANDRO ARZOLA PARARIÁ





A la memoria del luthier de San José de Guaribe, al "FABRICANTE DE SUEÑOS", Alejandro Arzola Parariá




Taller de exhibición de fabricación de cuatro. I feria  Internacional de Artesanías, Marzo 2000.


Oficio de Luthería, duración 672 horas, FUDEP, patrocinado por Pequiven, estado Anzoátegui, 23-5-97


Fabricación de bandola y cuatro. Escuela de música de bandola y cuatro “Inocencio Caraballo” El Guapo 1924.


Impartió curso de Enseñanza y fabricación de la bandola y sus afines. Universidad “Rómulo Gallegos”, auspiciado por la Bigott, caracas 1985.


Reconocimientos:


Recibió la orden “Mensajeros por la Paz”, CONAC, 24-11-2000.


“Por su elevada vocación de servicio, siendo un espíritu confortante para toda vida y en todas partes”. Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, Venezuela, 24 de Noviembre de 2000.


Distinción y felicitación por su talento y dedicación. Universidad de Puerto Rico, Febrero 2000.


Participó y representó a Venezuela en la primera Feria Internacional de Puerto Rico, Marzo 2000.


Donación al Museo de Las Américas, de un instrumento musical (mandolina Media Lira), San Juan de Puerto Rico, Marzo 2000.


Reconocimiento e invitación  especial en el II festival Nacional de la Bandola “Anselmo López”, Barinas, 14 de Octubre de 2004.


Participó en la VII muestra de Artesanía Ibero Americana. MAI 99, Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, Venezuela.


Documental hecho por el periódico El Universal, de fecha 17-10-99. www.eud.com


Exposición en la Feria  Internacional de Artesanía de  Madrid 88 (Finart), mediante la empresa venezolana de artesanía (Evenar), Enero de 1988.


Asistió al II Encuentro Nacional de Artesanos, celebrada en Enero de 1988. Maracay, Venezuela, Junio de 1988.


Reconocimiento por su trayectoria artesanal que ha venido desempeñando con esmero y dedicación, XV, Feria Agropecuaria y Artesanales, Alcaldía de San José de Guaribe, Guárico 1988.


Programa Radial trasmitido por la emisora Cultural de Venezuela, donde se realza como fabricante número uno, de la Bandola Oriental en Venezuela,  Fundación. La Clavija, 1995.


Documental hecho por la fundación Bigott, fabricación de la bandola para el realce de la cultura y el folclore en Venezuela, televisado por el programa “Retratos” canal 5, Caracas 1987.


Documental hecho por el programa “Destinos” conducido por Eli Bravo, Televisado por SUN CHANEL, caracas 


Reconocimiento a sus instrumentos por su sonoridad Academia de Guitarra Latinoamericana, San José de Costa Rica, 1979


Asistió  a la II Reunión de Empresarios de la pequeña y mediana industria. Corpoindustria, celebrada en el Poliedro de Caracas, Julio de 1988.


Intereses:


Medalla al tercer lugar en su categoría VII Maratón “San Celestino”, 21 Kms, Barcelona, edo. Anzoátegui, auspiciado por Maltín Polar, 1990.
 

 Dominó,  cacería, cría y apuesta de gallos, llegando a tener una escuadra de 46 ejemplares finos de pelea.







Original de César Hernández Delgado




APERTURA DECLAMATORIA:


“Cuenta la historia que un 5 de Junio de 1925, en la quebrada La Tomuza de Río Grande, con el celebrar de las primeras lluvias sobre la sierra mirandina y el despertar de una vida pródiga y silvestre, Don Benjamín Arzola y Doña Emilia de Arzola concibieron a su primer hijo, Alejandro.
Pero la historia no termina allí. No solo el nacimiento de esta criatura representó para el mundo la bendición de un nuevo ser sobre la tierra; en ella venía, además, la luz creadora, con ella provenía el asomar de un horizonte pleno de tenacidad, ingenio y amor por la música. Fue un 5 de junio cuando nació quien años más tarde se convirtiera en el Luthier de San José de Guaribe, “el fabricante de sueños”, ese día nos entrega el estado Miranda, por obra divina y del destino, a Don Alejandro Arzola Parariá.”



DON ALEJANDRO ARZOLA(está sentado dentro de su taller, probando una de sus bandolas terminadas) : -A ver, a ver…Ajá, ahora sí como que está lista.

JOSEÍTO(Está frente al taller, viendo hacia adentro, con inquietud y timidez. En ese momento Don Alejandro lo mira desde el interior, sonríe y lo invita a entrar, entre gestos. Joseíto sonríe, se oculta y asoma otra vez, retraído, hasta que finalmente decide entrar): -Buenas tardes, Don Alejandro, saluda Joseíto con cierta timidez.

DON ALEJANDRO: Buenas… ¿Cómo estás, muchacho? Ya llevo días viéndote en el portón. Yo dije: algo quiere ese muchacho…

JOSEÍTO: Mi nombre es José, pero todos me llaman Joseíto.  Sí, Don Alejandro, quería hablar con usté.

DON ALEJANDRO: ¿Ajá? Hable, pues...

JOSEÍTO: Es que quería que me contara cómo fue que usté aprendió a fabricá to´ esos instrumentos. Hace unos días escuché a mi papá decí que usted le había hecho su cuatro y que le había quedao buenísimo, que usté hacía bandola, arpa… y, bueno, quise vení a velo trabajá.

DON ALEJANDRO: ¿Y cómo ibas a ver desde afuera? Yo dije: ¡apuesto que ese carajito viene a cogerme las tablitas que quedan o el aserrín pa´ jugá! ¿Tú qué quieres, aprendé o matá la curiosidad? ¿Cómo es la broma?

JOSEÍTO: No, yo estoy muy chiquito pa´ eso. Eso es cosa de adulto.

DON ALEJANDRO: ¿Me creería si le digo que yo empecé con esto cuando tenía como doce años?

JOSEÍTO: ¡Doce años? ¡Una peluza! Yo tengo diez años y de broma sé bailá trompo…

DON ALEJANDRO: Ah, ¿usté ve? En ese entonces vivía en casa de un señor llamado Ángel Matute, en Río Chico. Él fabricaba bandola. Yo lo veía, callaíto, solo observaba… Así fue como empecé a entusiasmarme, hasta que un día me dije: voy a hacer una bandola…

JOSEÍTO: ¿Y la hizo?

DON ALEJANDRO: Claro que sí.

JOSEÍTO: ¿Entonces nadie lo enseñó?

DON ALEJANDRO: Bueno, se podría decir que aprendí viendo y oyendo…

JOSEÍTO: ¡Berro!

DON ALEJANDRO: Sí, en las mañanas trabajaba y por las tardes me dedicaba a ver cómo Don Ángel fabricaba las bandolas. Yo fui aprendiendo poco a poco. Gracias a Dios crecí entre músicos, y eso me ayudó. Mi tío José, por ejemplo, tocaba arpa, mi tío Merced bandola… Al principio yo solo afinaba y mi tío Merced tocaba, entonces salía con él a los bailes para ayudarlo a afinar. También un señor de nombre Manuel Marcano siempre iba a tocar bandola a la casa de mis padres.

JOSEÍTO: ¿Y como en cuánto tiempo se aprende a hacé´ un instrumento, Don Alejandro?

DON ALEJANDRO: Chico, recuerdo que el señor Ángel me dijo, en aquel tiempo, que se necesitaban dos años para aprender a fabricar una bandola. Yo digo ahora que dos años no es suficiente… Eso depende del interés del alumno.

JOSEÍTO: Sí, entiendo. ¿Y usté no es de aquí?

DON ALEJANDRO: Bueno, soy más Guaribero que de otro lado. Aquí estoy desde que tenía 23 años. La verdad nací en Río Grande, en el estado Miranda, y fui presentado por allá, pero, luego, fui a buscar mi partida de nacimiento y no la hallaron, así que me presentaron en San José de Guaribe, como nacido en Los Cantiles.

JOSEÍTO: Ahh! ¿Don Alejandro, y cuál instrumento hizo por primera vez?

DON ALEJANDRO: El primer instrumento que hice fue una bandola, y la hice en 15 días; recuerdo que la vendí en dos bolívares. Ya más adelante logré hacerla en 5 días. Después hice un cuatro, pero no me salió muy bueno; la gente decía que sonaba como un mosquito coñero. Y así, poco a poco, fui perfeccionando. Lo mismo me pasó cuando hice mi primera bandolina…

JOSEÍTO: ¿Y qué le pasó con la bandolina?

DON ALEJANDRO: Bueno, la primera bandolina no me quedó bien, porque no le hice la vuelta que lleva en la cabeza, esa me quedó como un rabo de macuto reventao (AMBOS SE RÍEN). Ya después me trajeron una bandolina de Boca de Uchire para que la reparara, que era de un señor llamado Dámaso, y fue viendo esa como la fabriqué mejor.

JOSEÍTO: ¿Y usté sabe tocar la bandola?

DON ALEJANDRO: Claro que sí. Eso también lo aprendí oyendo y viendo. Al primero que oí tocando fue al señor Manuel Marcano, en casa de mis padres, estaba pequeño entonces; a otro que oí bastante fue al señor Juan Rebolledo, allá en el Guapo. Así fue que, poco a poco, fui aprendiendo.

JOSEÍTO:  Caramba, Don Alejandro, interesante todo eso que me cuenta. ¿Sabe qué? Algún día quisiera ser como usté, aprendé tantas cosas.

DON ALEJANDRO:  Mira, muchacho, para eso debes estudiar mucho y tener disciplina; hacer las cosas con amor y entrega, sobre todo. Para yo saber todo esto pasaron muchos años, me comí las verdes y las maduras, y aquí estoy... Yo fui barbero, carpintero, alpargatero, hasta sastre… Pasé por todo eso para llegar a lo que sé y lo que realmente me gusta.

JOSEÍTO: Sí, es verdad. Mi papá dice que usté ha salío en televisión y en revistas.

DON ALEJANDRO (SE SONRÍE DON ALEJANDRO): Aquí han venido de fundaciones y canales de televisión a entrevistarme, he ido a festivales, he tocado con músicos nacionales y extranjeros… y aquí me ve… Bueno, chico, después seguimos la conversa; ya es tarde y tengo que salir.

JOSEÍTO: Está bien, Don Alejandro. ¿Mañana podré vení?

DON ALEJANDRO: Venga cuando quiera. Y no olvide lo que le dije: trabaje con amor, póngale empeño a lo que haga, como dice el Eclesiastés: “Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en el sepulcro, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes, ni conocimiento, ni sabiduría.

JOSEÍTO: Así es, Don Alejandro, así es.

DON ALEJANDRO: Mira, muchacho, ante de que te vayas, ¿no quieres oí esta bandola recién terminá conmigo?

JOSEÍTO: Sí, Don Alejandro, encantao.

DON ALEJANDRO: Raúl, ven un momento y pruébame esta bandola. Vamos a ver si has aprendido de lo que te he enseñado.

-Se acerca Raúl, un joven que ha permanecido en el taller haciendo cualquier actividad durante la conversación , le toma la bandola a Don Alejandro y empieza a tocarla. Al terminar la pieza, este le comenta:

DON ALEJANDRO: Suena bueno la bandola, ¿verdad?

RAUL: Sí, Maestro, quedó buena.


CIERRE DECLAMATORIO:

“Y de esta manera continúa viviente Alejandro Arzola Parariá, personaje significativo en nuestro folclore ante el mundo, embajador de la luthería en San José de Guaribe, ejemplo de perseverancia, talento y determinación.
Don Alejandro no ha muerto, sigue entre nosotros, eterno en su patrimonio y en la memoria de quienes han logrado descubrirlo y representarlo a través de la música”
¡Viva Don Alejandro, viva nuestro FABRICANTE DE SUEÑOS!






FIN




Esta obra se fundamenta, casi en su totalidad, en datos extraídos de la autobiografía del Luthier, realizada en San José de Guaribe el 19 de Diciembre de 2011.