Título de la
obra: EL BOTICARIO
Autor: César Hernández Delgado
Descripción de
la obra:
Esta breve obra
teatral va dedicada a Don Rafael Barrios González, “EL BOTICARIO”, “EL MÉDICO
DE LOS POBRES”, por citar algunos de los tantos apelativos atribuidos a este emblemático
personaje, nativo de San José de Guaribe, quien de forma desprendida e
inquebrantable marcó un profundo espacio dentro de la historia de su pueblo con
su BOTICA, la cual funcionaba en una esquina de la plaza Bolívar, entre la
calle Sucre y la calle Joaquín Crespo; donde emprendió una destacable labor en
la medicina alternativa, con infalibles efectos curativos en cada remedio
preparado con sus manos para sanar cualquier enfermedad.
Cabe acotar que
a esta obra la recubren tanto hechos reales como ficticios, esto para añadirle
humor y sugestión a la misma.
Personajes:
-Don Rafael
Barrios (EL BOTICARIO)
-Yolanda de
Barrios (ESPOSA DE DON RAFAEL)
-MANUELITO (NIÑO
QUE LE VENDE FRASCOS DE VIDRIO CON TAPA A DON RAFAEL PARA QUE ESTE VIERTA EN
ELLOS SUS MEDICINAS)
-RUBENCITO (OTRO
NIÑO QUE LE VENDE FRASCOS A DON RAFAEL, EN COMPAÑÍA DE MANUELITO)
-DOÑA AGUSTINA
(PACIENTE DE DON RAFAEL, DE GUAREBE)
-DON ARMANDO
(ESPOSO DE DOÑA AGUSTINA)
-SRA. CARMITA
(PACIENTE DE DON RAFAEL, LA CUAL LLEGA A LA BOTICA A PREGUTARLE A DON RAFAEL
POR UN REMEDIO PARA SU HIJA)
-JUANITA (NIÑA
QUE LLEGA A LA BOTICA A ENTREGARLE UNOS OBSEQUIOS A DON RAFAEL)
APERTURA DE LA OBRA
Era una mañana
habitual, en LA BOTICA de Don Rafael Barrios…
-DON RAFAEL
BARRIOS: Don Rafael abría su Botica y se preparaba para iniciar su labor
habitual (acomodaba los frascos, aseaba su sitio de trabajo, etc.). En ese
momento sale del interior de la casa con algo de prisa su esposa, Doña Yolanda,
quien tenía un compromiso en la iglesia católica que se hallaba a escasos pasos
de su residencia.
-DOÑA YOLANDA:
Rafael, vengo más tarde. Voy a organizar con las mujeres lo de la retreta que
le tocará mañana a San José.
-DON RAFAEL: Está
bien. ¿Le llevas el remedio al padre Mauricio?
-DOÑA YOLANDA:
Sí, lo llevo en la bolsa.
-DON RAFAEL:
Dile que se tome una cucharada en la mañana y otro en la noche, antes de
acostarse. Y si lo purga, que rebaje la dosis.
-DOÑA YOLANDA:
Está bien.
(Seguidamente
llega Doña Agustina y Don Armando, una pareja de Guarebe, pacientes de Don
Rafael)
-DON ARMANDO:
Buenos días, Don Rafael.
-DOÑA AGUSTINA:
Buenos días, Don Rafael.
-DON RAFAEL:
Buenos días. ¿Cómo les va? Adelante…
-DON ARMANDO:
Bien, gracias, Don Rafael. Venimos, porque mi esposa tiene una dolencia…
-DON RAFAEL: ¿Y
qué tiene la doña?
-DOÑA AGUSTINA:
Bueno, Don Rafael, es un malestar en el estómago, lo siento como inflao…
-DON RAFAEL: Sí,
por aquí tengo algo bueno para eso. Esperen un momento.
(Don Rafael
comienza a buscar entre los frascos del estante el remedio para Doña Agustina.
Una vez en sus manos, lo agita; Don Rafael empieza a anotar las indicaciones en
un pedacito de papel que arranca de un cuaderno viejo y pringoso, refiriendo
seguidamente:)
-DON RAFAEL:
Aquí están las indicaciones. Se toma una cucharada en la mañana y otra antes de
acostarse. Y si la purga, rebaje la dosis.
-DON ARMANDO:
Está bien, Don Rafael. Muchas gracias. ¿Cuánto le debo por la consulta?
-DON RAFAEL: La
consulta no es nada. El remedio vale un real.
-DON ARAMANDO:
Aquí tiene, Don Rafael. Dios lo bendiga siempre.
-DOÑA AGUSTINA:
Dios lo bendiga, Don Rafael.
-DON RAFAEL: Que
se mejore. Hasta luego.
(Sale la pareja
y entran dos niños con una bolsa llena de frasquitos vacíos cada uno)
-MANUELITO:
Buenos días, Don Rafael.
-RUBENCITO:
Buenos días.
-DON RAFAEL:
Buenos días. ¿Cómo están?
-Bien- responden
ambos niños.
-MANUELITO: Aquí
le traemos los frascos.
-RUBENCITO:
¡Lavaítos y con tapa, Don Rafael!
(Mientras Don
Rafael revisa los frascos, los sitúa sobre el estante y saca de su bolsillo dos
monedas, una para cada niño, llega Juanita, una jovencita del pueblo, con una
auyama y una bolsa con aguacates para Don Rafael)
-JUANITA: Buenos
días, Don Rafael. Aquí está esta auyama y estos aguacates que le manda mi papá.
-DON RAFAEL:
Hola, Juanita. Ah, dígale al compadre que muchas gracias.
(Don Rafael
coloca dentro del mostrador la auyama y los aguacates)
-JUANITA: Ah,
que si le puede mandar a mi mamá dos bolsitas de polvos de colores para decorar
tortas, una rosada y otra azul. Lo que pasa es que el sábado cumplen un año los
morochos y ella no quiere que les pase por debajo de la mesa el cumpleaños, y
les quiere hacer dos tortas.
-Don Rafael toma
del estante dos bolsitas y se las da a Juanita.
-DON RAFAEL:
Tome. Dígale a la comadre que no es nada.
-JUANITA: Ay,
gracias, Don Rafael, exclama emocionada Juanita. Hasta luego.
-DON RAFAEL:
Chao, Juanita. Saludo.
-DON RAFAEL:
Aquí tienen el pago por los frascos, muchachos.
-RUBENCITO: ¿Tan
poquito? - rezonga.
-MANUELITO: ¿Y
qué más quieres? ¿No ves que Don Rafael nos paga los frascos a medio cuando
están sucios y sin tapas, y a un real con tapa y limpiecitos?
-RUBENCITO:
Ahhhh!...
-MANUELITO Y
RUBENCITO: Hasta luego, Don Rafael.
-DON RAFAEL:
Estos muchachos y sus cosas… - murmura para sí Don Rafael, con una sonrisa.
(Seguidamente
llega otra paciente de Don Rafael, Carmencita, quien viene a preguntar por un
medicamento para su hija)
-CARMENCITA:
Buen día, Don Rafael. ¿Cómo le va?
-DON RAFAEL:
Hola, Carmencita. Muy bien, ¿y tú? ¿Cómo sigue la comadre de la rodilla?
-CARMENCITA:
Está bastante mejor, desde que se está untando la pomada que usted le recetó.
-DON RAFAEL: Ah,
qué bueno! Sí, esa pomada no falla…
-CARMENCITA: ¿Don
Rafael, no tendrá algo bueno para la gripe? Mi hija mayor tiene dos días con un
pestón y no se le quiere quitar.
-DON RAFAEL:
Claro que sí. Aquí tengo lamedol, que es bueno para esos gripones.
-CARMENCITA: Ay,
deme un frasco de ese! ¿Cuánto es?
-DON RAFAEL: Ese
vale un bolívar, el frasco grande.
-CARMENCITA: Sí,
deme ese.
(Don Rafael toma
un frasco de lamedol y lo coloca sobre el mostrador, toma de su guayabera el
lápiz y apunta las indicaciones en un pedacito de papel que arranca de un
cuaderno.)
-DON RAFAEL: Ahí
están las indicaciones...
-CARMENCITA:
Gracias, Don Rafael. Hasta luego.
-DON RAFAEL: Hasta luego,
Carmencita. Me saludas a la comadre.
NARRADOR: Así
culmina esta obra de teatro que pretende revivir algunos aspectos
existenciales, propios del mundo que representaba Don Rafael Barrios González
dentro de su BOTICA, lugar que sirvió de amparo para el más necesitado y de
bajos recursos, entre otras cosas. Don Rafael será siempre recordado como el
BOTICARIO DEL PUEBLO, por su constancia y entrega en su oficio y sensibilidad.
Cabe destacar
que Don Rafael Barrios inclinó su desempeño hacia la clase campesina, y esto se
veía reflejado en los bajos precios de las medicinas preparadas por él, así
como la humanidad enfocada en los pobres, cuando la situación lo ameritaba.
Algunos datos
contenidos en la obra fueron extraídos de la página del Ateneo de Guaribe,
conducido por la profesora Soraya González Rojas.
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