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sábado, 29 de mayo de 2021
viernes, 10 de mayo de 2019
OBRA DE TEATRO "EL BOTICARIO"
Título de la
obra: EL BOTICARIO
Autor: César Hernández Delgado
Descripción de
la obra:
Esta breve obra
teatral va dedicada a Don Rafael Barrios González, “EL BOTICARIO”, “EL MÉDICO
DE LOS POBRES”, por citar algunos de los tantos apelativos atribuidos a este emblemático
personaje, nativo de San José de Guaribe, quien de forma desprendida e
inquebrantable marcó un profundo espacio dentro de la historia de su pueblo con
su BOTICA, la cual funcionaba en una esquina de la plaza Bolívar, entre la
calle Sucre y la calle Joaquín Crespo; donde emprendió una destacable labor en
la medicina alternativa, con infalibles efectos curativos en cada remedio
preparado con sus manos para sanar cualquier enfermedad.
Cabe acotar que
a esta obra la recubren tanto hechos reales como ficticios, esto para añadirle
humor y sugestión a la misma.
Personajes:
-Don Rafael
Barrios (EL BOTICARIO)
-Yolanda de
Barrios (ESPOSA DE DON RAFAEL)
-MANUELITO (NIÑO
QUE LE VENDE FRASCOS DE VIDRIO CON TAPA A DON RAFAEL PARA QUE ESTE VIERTA EN
ELLOS SUS MEDICINAS)
-RUBENCITO (OTRO
NIÑO QUE LE VENDE FRASCOS A DON RAFAEL, EN COMPAÑÍA DE MANUELITO)
-DOÑA AGUSTINA
(PACIENTE DE DON RAFAEL, DE GUAREBE)
-DON ARMANDO
(ESPOSO DE DOÑA AGUSTINA)
-SRA. CARMITA
(PACIENTE DE DON RAFAEL, LA CUAL LLEGA A LA BOTICA A PREGUTARLE A DON RAFAEL
POR UN REMEDIO PARA SU HIJA)
-JUANITA (NIÑA
QUE LLEGA A LA BOTICA A ENTREGARLE UNOS OBSEQUIOS A DON RAFAEL)
APERTURA DE LA OBRA
Era una mañana
habitual, en LA BOTICA de Don Rafael Barrios…
-DON RAFAEL
BARRIOS: Don Rafael abría su Botica y se preparaba para iniciar su labor
habitual (acomodaba los frascos, aseaba su sitio de trabajo, etc.). En ese
momento sale del interior de la casa con algo de prisa su esposa, Doña Yolanda,
quien tenía un compromiso en la iglesia católica que se hallaba a escasos pasos
de su residencia.
-DOÑA YOLANDA:
Rafael, vengo más tarde. Voy a organizar con las mujeres lo de la retreta que
le tocará mañana a San José.
-DON RAFAEL: Está
bien. ¿Le llevas el remedio al padre Mauricio?
-DOÑA YOLANDA:
Sí, lo llevo en la bolsa.
-DON RAFAEL:
Dile que se tome una cucharada en la mañana y otro en la noche, antes de
acostarse. Y si lo purga, que rebaje la dosis.
-DOÑA YOLANDA:
Está bien.
(Seguidamente
llega Doña Agustina y Don Armando, una pareja de Guarebe, pacientes de Don
Rafael)
-DON ARMANDO:
Buenos días, Don Rafael.
-DOÑA AGUSTINA:
Buenos días, Don Rafael.
-DON RAFAEL:
Buenos días. ¿Cómo les va? Adelante…
-DON ARMANDO:
Bien, gracias, Don Rafael. Venimos, porque mi esposa tiene una dolencia…
-DON RAFAEL: ¿Y
qué tiene la doña?
-DOÑA AGUSTINA:
Bueno, Don Rafael, es un malestar en el estómago, lo siento como inflao…
-DON RAFAEL: Sí,
por aquí tengo algo bueno para eso. Esperen un momento.
(Don Rafael
comienza a buscar entre los frascos del estante el remedio para Doña Agustina.
Una vez en sus manos, lo agita; Don Rafael empieza a anotar las indicaciones en
un pedacito de papel que arranca de un cuaderno viejo y pringoso, refiriendo
seguidamente:)
-DON RAFAEL:
Aquí están las indicaciones. Se toma una cucharada en la mañana y otra antes de
acostarse. Y si la purga, rebaje la dosis.
-DON ARMANDO:
Está bien, Don Rafael. Muchas gracias. ¿Cuánto le debo por la consulta?
-DON RAFAEL: La
consulta no es nada. El remedio vale un real.
-DON ARAMANDO:
Aquí tiene, Don Rafael. Dios lo bendiga siempre.
-DOÑA AGUSTINA:
Dios lo bendiga, Don Rafael.
-DON RAFAEL: Que
se mejore. Hasta luego.
(Sale la pareja
y entran dos niños con una bolsa llena de frasquitos vacíos cada uno)
-MANUELITO:
Buenos días, Don Rafael.
-RUBENCITO:
Buenos días.
-DON RAFAEL:
Buenos días. ¿Cómo están?
-Bien- responden
ambos niños.
-MANUELITO: Aquí
le traemos los frascos.
-RUBENCITO:
¡Lavaítos y con tapa, Don Rafael!
(Mientras Don
Rafael revisa los frascos, los sitúa sobre el estante y saca de su bolsillo dos
monedas, una para cada niño, llega Juanita, una jovencita del pueblo, con una
auyama y una bolsa con aguacates para Don Rafael)
-JUANITA: Buenos
días, Don Rafael. Aquí está esta auyama y estos aguacates que le manda mi papá.
-DON RAFAEL:
Hola, Juanita. Ah, dígale al compadre que muchas gracias.
(Don Rafael
coloca dentro del mostrador la auyama y los aguacates)
-JUANITA: Ah,
que si le puede mandar a mi mamá dos bolsitas de polvos de colores para decorar
tortas, una rosada y otra azul. Lo que pasa es que el sábado cumplen un año los
morochos y ella no quiere que les pase por debajo de la mesa el cumpleaños, y
les quiere hacer dos tortas.
-Don Rafael toma
del estante dos bolsitas y se las da a Juanita.
-DON RAFAEL:
Tome. Dígale a la comadre que no es nada.
-JUANITA: Ay,
gracias, Don Rafael, exclama emocionada Juanita. Hasta luego.
-DON RAFAEL:
Chao, Juanita. Saludo.
-DON RAFAEL:
Aquí tienen el pago por los frascos, muchachos.
-RUBENCITO: ¿Tan
poquito? - rezonga.
-MANUELITO: ¿Y
qué más quieres? ¿No ves que Don Rafael nos paga los frascos a medio cuando
están sucios y sin tapas, y a un real con tapa y limpiecitos?
-RUBENCITO:
Ahhhh!...
-MANUELITO Y
RUBENCITO: Hasta luego, Don Rafael.
-DON RAFAEL:
Estos muchachos y sus cosas… - murmura para sí Don Rafael, con una sonrisa.
(Seguidamente
llega otra paciente de Don Rafael, Carmencita, quien viene a preguntar por un
medicamento para su hija)
-CARMENCITA:
Buen día, Don Rafael. ¿Cómo le va?
-DON RAFAEL:
Hola, Carmencita. Muy bien, ¿y tú? ¿Cómo sigue la comadre de la rodilla?
-CARMENCITA:
Está bastante mejor, desde que se está untando la pomada que usted le recetó.
-DON RAFAEL: Ah,
qué bueno! Sí, esa pomada no falla…
-CARMENCITA: ¿Don
Rafael, no tendrá algo bueno para la gripe? Mi hija mayor tiene dos días con un
pestón y no se le quiere quitar.
-DON RAFAEL:
Claro que sí. Aquí tengo lamedol, que es bueno para esos gripones.
-CARMENCITA: Ay,
deme un frasco de ese! ¿Cuánto es?
-DON RAFAEL: Ese
vale un bolívar, el frasco grande.
-CARMENCITA: Sí,
deme ese.
(Don Rafael toma
un frasco de lamedol y lo coloca sobre el mostrador, toma de su guayabera el
lápiz y apunta las indicaciones en un pedacito de papel que arranca de un
cuaderno.)
-DON RAFAEL: Ahí
están las indicaciones...
-CARMENCITA:
Gracias, Don Rafael. Hasta luego.
-DON RAFAEL: Hasta luego,
Carmencita. Me saludas a la comadre.
NARRADOR: Así
culmina esta obra de teatro que pretende revivir algunos aspectos
existenciales, propios del mundo que representaba Don Rafael Barrios González
dentro de su BOTICA, lugar que sirvió de amparo para el más necesitado y de
bajos recursos, entre otras cosas. Don Rafael será siempre recordado como el
BOTICARIO DEL PUEBLO, por su constancia y entrega en su oficio y sensibilidad.
Cabe destacar
que Don Rafael Barrios inclinó su desempeño hacia la clase campesina, y esto se
veía reflejado en los bajos precios de las medicinas preparadas por él, así
como la humanidad enfocada en los pobres, cuando la situación lo ameritaba.
Algunos datos
contenidos en la obra fueron extraídos de la página del Ateneo de Guaribe,
conducido por la profesora Soraya González Rojas.
sábado, 13 de febrero de 2016
OBRA DE TEATRO "EL FABRICANTE DE SUEÑOS". ALEJANDRO ARZOLA PARARIÁ
A la memoria del luthier de San José de Guaribe, al "FABRICANTE DE SUEÑOS", Alejandro Arzola Parariá
Taller de exhibición de fabricación de cuatro. I feria Internacional de Artesanías, Marzo 2000.
Oficio de Luthería, duración 672 horas, FUDEP, patrocinado por Pequiven, estado Anzoátegui, 23-5-97
Fabricación de bandola y cuatro. Escuela de música de bandola y cuatro “Inocencio Caraballo” El Guapo 1924.
Impartió curso de Enseñanza y fabricación de la bandola y sus afines. Universidad “Rómulo Gallegos”, auspiciado por la Bigott, caracas 1985.
Reconocimientos:
Recibió la orden “Mensajeros por la Paz”, CONAC, 24-11-2000.
“Por su elevada vocación de servicio, siendo un espíritu confortante para toda vida y en todas partes”. Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, Venezuela, 24 de Noviembre de 2000.
Distinción y felicitación por su talento y dedicación. Universidad de Puerto Rico, Febrero 2000.
Participó y representó a Venezuela en la primera Feria Internacional de Puerto Rico, Marzo 2000.
Donación al Museo de Las Américas, de un instrumento musical (mandolina Media Lira), San Juan de Puerto Rico, Marzo 2000.
Reconocimiento e invitación especial en el II festival Nacional de la Bandola “Anselmo López”, Barinas, 14 de Octubre de 2004.
Participó en la VII muestra de Artesanía Ibero Americana. MAI 99, Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, Venezuela.
Exposición en la Feria Internacional de Artesanía de Madrid 88 (Finart), mediante la empresa venezolana de artesanía (Evenar), Enero de 1988.
Asistió al II Encuentro Nacional de Artesanos, celebrada en Enero de 1988. Maracay, Venezuela, Junio de 1988.
Reconocimiento por su trayectoria artesanal que ha venido desempeñando con esmero y dedicación, XV, Feria Agropecuaria y Artesanales, Alcaldía de San José de Guaribe, Guárico 1988.
Programa Radial trasmitido por la emisora Cultural de Venezuela, donde se realza como fabricante número uno, de la Bandola Oriental en Venezuela, Fundación. La Clavija, 1995.
Documental hecho por la fundación Bigott, fabricación de la bandola para el realce de la cultura y el folclore en Venezuela, televisado por el programa “Retratos” canal 5, Caracas 1987.
Documental hecho por el programa “Destinos” conducido por Eli Bravo, Televisado por SUN CHANEL, caracas
Reconocimiento a sus instrumentos por su sonoridad Academia de Guitarra Latinoamericana, San José de Costa Rica, 1979
Asistió a la II Reunión de Empresarios de la pequeña y mediana industria. Corpoindustria, celebrada en el Poliedro de Caracas, Julio de 1988.
Intereses:
Medalla al tercer lugar en su categoría VII Maratón “San Celestino”, 21 Kms, Barcelona, edo. Anzoátegui, auspiciado por Maltín Polar, 1990.
Dominó, cacería, cría y apuesta de gallos, llegando a tener una escuadra de 46 ejemplares finos de pelea.
Original de César Hernández Delgado
APERTURA DECLAMATORIA:
“Cuenta la historia que un 5 de Junio de 1925, en la quebrada La Tomuza de Río Grande, con el celebrar de las primeras lluvias sobre la sierra mirandina y el despertar de una vida pródiga y silvestre, Don Benjamín Arzola y Doña Emilia de Arzola concibieron a su primer hijo, Alejandro.
Pero la historia no termina allí. No solo el nacimiento de esta criatura representó para el mundo la bendición de un nuevo ser sobre la tierra; en ella venía, además, la luz creadora, con ella provenía el asomar de un horizonte pleno de tenacidad, ingenio y amor por la música. Fue un 5 de junio cuando nació quien años más tarde se convirtiera en el Luthier de San José de Guaribe, “el fabricante de sueños”, ese día nos entrega el estado Miranda, por obra divina y del destino, a Don Alejandro Arzola Parariá.”
DON ALEJANDRO ARZOLA(está
sentado dentro de su taller, probando una de sus bandolas terminadas) : -A ver,
a ver…Ajá, ahora sí como que está lista.
JOSEÍTO(Está frente al
taller, viendo hacia adentro, con inquietud y timidez. En ese momento Don
Alejandro lo mira desde el interior, sonríe y lo invita a entrar, entre gestos.
Joseíto sonríe, se oculta y asoma otra vez, retraído, hasta que finalmente
decide entrar): -Buenas tardes, Don Alejandro, saluda Joseíto con cierta
timidez.
DON ALEJANDRO: Buenas… ¿Cómo
estás, muchacho? Ya llevo días viéndote en el portón. Yo dije: algo quiere ese
muchacho…
JOSEÍTO: Mi nombre es
José, pero todos me llaman Joseíto. Sí,
Don Alejandro, quería hablar con usté.
DON ALEJANDRO: ¿Ajá?
Hable, pues...
JOSEÍTO: Es que quería
que me contara cómo fue que usté aprendió a fabricá to´ esos instrumentos. Hace
unos días escuché a mi papá decí que usted le había hecho su cuatro y que le había
quedao buenísimo, que usté hacía bandola, arpa… y, bueno, quise vení a velo
trabajá.
DON ALEJANDRO: ¿Y cómo
ibas a ver desde afuera? Yo dije: ¡apuesto que ese carajito viene a cogerme las
tablitas que quedan o el aserrín pa´ jugá! ¿Tú qué quieres, aprendé o matá la
curiosidad? ¿Cómo es la broma?
JOSEÍTO: No, yo estoy
muy chiquito pa´ eso. Eso es cosa de adulto.
DON ALEJANDRO: ¿Me
creería si le digo que yo empecé con esto cuando tenía como doce años?
JOSEÍTO: ¡Doce años?
¡Una peluza! Yo tengo diez años y de broma sé bailá trompo…
DON ALEJANDRO: Ah, ¿usté
ve? En ese entonces vivía en casa de un señor llamado Ángel Matute, en Río
Chico. Él fabricaba bandola. Yo lo veía, callaíto, solo observaba… Así fue como
empecé a entusiasmarme, hasta que un día me dije: voy a hacer una bandola…
JOSEÍTO: ¿Y la hizo?
DON ALEJANDRO: Claro
que sí.
JOSEÍTO: ¿Entonces
nadie lo enseñó?
DON ALEJANDRO: Bueno, se
podría decir que aprendí viendo y oyendo…
JOSEÍTO: ¡Berro!
DON ALEJANDRO: Sí, en
las mañanas trabajaba y por las tardes me dedicaba a ver cómo Don Ángel fabricaba
las bandolas. Yo fui aprendiendo poco a poco. Gracias a Dios crecí entre
músicos, y eso me ayudó. Mi tío José, por ejemplo, tocaba arpa, mi tío Merced
bandola… Al principio yo solo afinaba y mi tío Merced tocaba, entonces salía
con él a los bailes para ayudarlo a afinar. También un señor de nombre Manuel
Marcano siempre iba a tocar bandola a la casa de mis padres.
JOSEÍTO: ¿Y como en
cuánto tiempo se aprende a hacé´ un instrumento, Don Alejandro?
DON ALEJANDRO: Chico,
recuerdo que el señor Ángel me dijo, en aquel tiempo, que se necesitaban dos años para aprender a
fabricar una bandola. Yo digo ahora que dos años no es suficiente… Eso depende
del interés del alumno.
JOSEÍTO: Sí, entiendo. ¿Y
usté no es de aquí?
DON ALEJANDRO: Bueno,
soy más Guaribero que de otro lado. Aquí estoy desde que tenía 23 años. La
verdad nací en Río Grande, en el estado Miranda, y fui presentado por allá,
pero, luego, fui a buscar mi partida de nacimiento y no la hallaron, así que me
presentaron en San José de Guaribe, como nacido en Los Cantiles.
JOSEÍTO: Ahh! ¿Don Alejandro, y cuál
instrumento hizo por primera vez?
DON ALEJANDRO: El
primer instrumento que hice fue una bandola, y la hice en 15 días; recuerdo que
la vendí en dos bolívares. Ya más adelante logré hacerla en 5 días. Después
hice un cuatro, pero no me salió muy bueno; la gente decía que sonaba como un
mosquito coñero. Y así, poco a poco, fui perfeccionando. Lo mismo me pasó
cuando hice mi primera bandolina…
JOSEÍTO: ¿Y qué le pasó
con la bandolina?
DON ALEJANDRO: Bueno,
la primera bandolina no me quedó bien, porque no le hice la vuelta que lleva en la cabeza, esa
me quedó como un rabo de macuto reventao (AMBOS SE RÍEN). Ya después me
trajeron una bandolina de Boca de Uchire para que la reparara, que era de un
señor llamado Dámaso, y fue viendo esa como la fabriqué mejor.
JOSEÍTO: ¿Y usté sabe tocar la bandola?
DON ALEJANDRO: Claro que sí. Eso también lo aprendí oyendo y viendo. Al
primero que oí tocando fue al señor Manuel Marcano, en casa de mis padres, estaba pequeño entonces; a otro que oí bastante fue al señor Juan Rebolledo,
allá en el Guapo. Así fue que, poco a poco, fui aprendiendo.
JOSEÍTO: Caramba, Don Alejandro, interesante
todo eso que me cuenta. ¿Sabe qué? Algún día quisiera ser como
usté, aprendé tantas cosas.
DON ALEJANDRO: Mira, muchacho, para
eso debes estudiar mucho y tener disciplina; hacer las cosas con amor y entrega,
sobre todo. Para yo saber todo esto pasaron muchos años, me comí las verdes y
las maduras, y aquí estoy... Yo fui barbero, carpintero, alpargatero, hasta
sastre… Pasé por todo eso para llegar a lo que sé y lo que realmente me gusta.
JOSEÍTO: Sí, es verdad. Mi papá dice que usté ha salío en televisión y en
revistas.
DON ALEJANDRO (SE SONRÍE DON ALEJANDRO): Aquí han venido de fundaciones y canales
de televisión a entrevistarme, he ido a festivales, he tocado con músicos nacionales y extranjeros… y aquí me ve… Bueno, chico, después seguimos la conversa; ya es
tarde y tengo que salir.
JOSEÍTO: Está bien, Don Alejandro. ¿Mañana podré vení?
DON ALEJANDRO: Venga cuando quiera. Y no olvide lo que le dije: trabaje con
amor, póngale empeño a lo que haga, como dice el Eclesiastés: “Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo
empeño; porque en el sepulcro, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes, ni
conocimiento, ni sabiduría.”
JOSEÍTO: Así es, Don Alejandro, así es.
DON ALEJANDRO: Mira, muchacho, ante de que te vayas, ¿no quieres oí esta
bandola recién terminá conmigo?
JOSEÍTO: Sí, Don Alejandro, encantao.
DON ALEJANDRO: Raúl, ven un momento y pruébame esta bandola. Vamos a ver si
has aprendido de lo que te he enseñado.
-Se acerca Raúl, un joven que ha permanecido en el taller haciendo
cualquier actividad durante la conversación , le toma la bandola a Don
Alejandro y empieza a tocarla. Al terminar la pieza, este le comenta:
DON ALEJANDRO: Suena bueno la bandola, ¿verdad?
RAUL: Sí, Maestro, quedó buena.
CIERRE DECLAMATORIO:
“Y de esta manera continúa viviente Alejandro Arzola Parariá, personaje significativo en nuestro folclore ante el mundo, embajador de la luthería en San José de
Guaribe, ejemplo de perseverancia, talento y determinación.
Don Alejandro no ha muerto, sigue entre nosotros, eterno en su patrimonio y en la memoria de quienes han logrado descubrirlo y representarlo a través de la música”
¡Viva Don Alejandro, viva nuestro FABRICANTE DE SUEÑOS!
Esta obra se fundamenta, casi en su totalidad, en datos extraídos de la autobiografía del Luthier, realizada en San José de Guaribe el 19 de Diciembre de 2011.
Don Alejandro no ha muerto, sigue entre nosotros, eterno en su patrimonio y en la memoria de quienes han logrado descubrirlo y representarlo a través de la música”
¡Viva Don Alejandro, viva nuestro FABRICANTE DE SUEÑOS!
FIN
Esta obra se fundamenta, casi en su totalidad, en datos extraídos de la autobiografía del Luthier, realizada en San José de Guaribe el 19 de Diciembre de 2011.
miércoles, 15 de julio de 2015
OBRA DE TEATRO INFANTIL "LA CAFETERÍA DE CELESTINO"
"LA CAFETERÍA DE CELESTINO"
Original de César Hernández Delgado
Personajes:
*Rafael Celestino Rivas
*Iraida Rivas
*Mercedita Rivas
*Iraida Rivas
*Mercedita Rivas
*Rafael Elías Armas
*Rafael Barrios González
*Arturo Graffe Armas
*Jonás Rojas
*Julián Aragort
*Isidro Barrios
*Rafael Celestino (El Negro) Rojas
*Ángel Rosendo (Chicho) González Aragort
-LUGAR: La historia transcurre frente a la casa de Celestino
Rivas, en la calle Anzoátegui de San José de Guaribe.
Esta obra ha sido inspirada en
Don Celestino Rivas (El congo), un personaje característico de nuestro pueblo desde
hace muchos años por su venta de café, la cual iniciaba diariamente frente a su
casa, desde bien temprano, con el sonar de una tambora y el despuntar de un
espíritu noble y optimista. La singularidad de Don Celestino destella hoy en
día en la memoria del Guaribense, en su historia y legado cultural, y forma
parte del sentir de un pueblo rebosante de vivencias y amor por lo suyo. Como
nuestro Celestino Rivas, en la obra el resto de los personajes fungen de la
misma manera y simbolizan el Guaribe pasado, cada uno con sus peculiaridades y
sentidos, constituyendo así lo que representó por mucho tiempo la vida de este
pueblito pujante y noble.
Apertura de la obra
MONÓLOGO:
-“¡Caracha, ya son las cuatro ´e la mañana! Ya se puede oí
el primer canto ´e los pajaritos… ¡Cuánto silencio aquí!... En pocos minutos, ¡aquí mismito!, frente a esta casa, se sentará Celestino Rivas a despertá con su tamborita al pueblo, avisando que ya está listo el cafecito para la venta; en pocos minutos, pasarán por aquí to´ esos viejos madrugadores a tomá café antes de empezá la faena, to´ esos ordeñadores que van camino a los corrales… Conversas y más conversas se oirán aquí. Aquí, como en aquellas madrugadas, revivirá el espíritu sencillo, amable y típico del guaribense de aquellos tiempos, siempre vivo en la memoria y el amor por lo suyo.”
-“¡Caracha, ya son las cuatro ´e la mañana! Ya se puede oí
el primer canto ´e los pajaritos… ¡Cuánto silencio aquí!... En pocos minutos, ¡aquí mismito!, frente a esta casa, se sentará Celestino Rivas a despertá con su tamborita al pueblo, avisando que ya está listo el cafecito para la venta; en pocos minutos, pasarán por aquí to´ esos viejos madrugadores a tomá café antes de empezá la faena, to´ esos ordeñadores que van camino a los corrales… Conversas y más conversas se oirán aquí. Aquí, como en aquellas madrugadas, revivirá el espíritu sencillo, amable y típico del guaribense de aquellos tiempos, siempre vivo en la memoria y el amor por lo suyo.”
Primer acto - sale de la casa una jovencita,
sobrina de Don Celestino, con una escoba de barrer en la mano y una cesta ocupada de
conservas de leche y guayaba; coloca la cesta sobre una mesa y comienza a
barrer. Detiene por un instante el barrido y exclama:
MERCEDITA: -¡Papá gordo, ya están listas las conservas!
CELESTINO: Sí, hija, ya voy - exclama desde la cocina.
CELESTINO: Sí, hija, ya voy - exclama desde la cocina.
-Entre tanto, otra de sus sobrinas se desplaza por el interior la casa, disponiéndose a realizar cualquier labor doméstica.
De pronto, la jovencita que barre llama a la otra que se encuentra adentro, y le susurra:
MERCEDITA: -Iraida, Iraida, acuérdate de decirle al sr. Pancho que venga dentro de un ratico con la serenata, que hoy es el día de San Celestino.
IRAIDA: -Ay, sí, está bien! - responde desde la puerta con excesivo entusiasmo.
MERCEDITA: -Ah, dile también que se traiga a los muchachos pa´ formá el alboroto.
IRAIDA: -Sí, sí, está bien.
Segundo acto
-En una mañana de tantas, muy temprano, después de incorporarse Don Celestino
Rivas a su periódica
faena, silba una música llanera en la cocina, mientras cuela el café para la venta. Al terminar de colar, toma una taza y se sirve para él. Se echa el primer sorbo, exclamando:
faena, silba una música llanera en la cocina, mientras cuela el café para la venta. Al terminar de colar, toma una taza y se sirve para él. Se echa el primer sorbo, exclamando:
CELESTINO: -¡Ay, sabroso me
quedó este cafecito! No hay cosa más guena que el primer café de la mañana…
-Busca
luego la jarra para verter en ella el resto del café. De pronto, recuerda su
tambora, mira para los lados algo afanado y trata de ubicarla. Al no hallarla
en el lugar acostumbrado, rezonga:
-CELESTINO: Carajo, ¡dónde me habrán
puesto mi tambora? ¿Quién me la habrá cogío? ¡Yo siempre la dejo aquí!
MERCEDITA: -Ay, yo no sé, Papá Gordo. Usté a veces la deja debajo del fogón, al lao de la lata de manteca - señalando hacia el interior de la casa.
MERCEDITA: -Ay, yo no sé, Papá Gordo. Usté a veces la deja debajo del fogón, al lao de la lata de manteca - señalando hacia el interior de la casa.
-En
eso, entre vistazos y rezongadas, Don Celestino halla la tambora, exclamando
nuevamente:
CELESTINO: -Ah, mira dónde
está la condená´! Apuesto que fui yo quien la
puse ahí y no me acordaba... Tendré que decirle a Don Rafael que me prepare algo
pal´ cerebro…
IRAIDA: -Ah, ¿vio?...
IRAIDA: -Ah, ¿vio?...
Tercer acto
-Don
Celestino sale hasta la puerta de su casa, contigua a la calle, coloca su jarra
de café al lado, se sienta y comienza a tocar su tambora, como todas las
mañanas, como señal de que ya está listo el café. Llega primero Don Rafael
Elías Armas, quien vive casi enfrente:
RAFAEL ELÍAS: -¿Cómo
amanece, Celestino?
CELESTINO: -Bien, Rafael.
¿Te vas a tomá uno?
RAFAEL ELÍAS: -¿Será?
CELESTINO: -Claro…El café de
la mañana da juerza, termina ´e despertá a la gente . Eso lo decía mi mai.
RAFAEL ELÍAS: -Bueno, ahora
que dices eso, yo por flojera no hice hoy café en la casa y todavía como que
ando medio dormío.
CELESTINO: -¡Ah, tú ves?
Tómate uno antes de trabajá.
RAFAEL ELÍAS: -Dame acá,
pues.
-En
eso llega Rafael Barrios:
RAFAEL BARRIOS: -Buenos
días.
RAFAEL ELÍAS Y CELESTINO -Buenos
días.
CELESTINO: -¿Quieres uno, Rafael?
RAFAEL BARRIOS: -Caramba, Celestino,
¿cómo no?
CELESTINO: -Antes de que se
me olvide. ¿No tendrás algo pa´l cerebro? Últimamente se me olvidan algunas
cosas.
RAFAEL BARRIOS: -¿Así es la
broma? Sí, en el negocio tengo algo bueno pa´ eso, pasa por allá.
-Seguidamente
pasa el maestro Arturo, camino a la escuela y se detiene:
ARTURO GRAFFE: -Buenos días
a todos.
-Buenos días, maestro- todos
responden, excepto Celestino.
CELESTINO: -¿Vas a queré uno
hoy? Esté me salió aguarapao, como te gusta.
ARTURO GRAFFE: -Bueno, si es
así… Pero me lo das para llevar, tengo algo de prisa. Hoy le tengo varias
actividades a mis alumnos.
RAFAEL BARRIOS -¿Verdad?
ARTURO GRAFFE: -Sí, hay
varias actividades pendientes. Lo que pasa es que me ausenté porque estuve con
Benigna tres días en Altagracia, y, bueno, debo ponerme al día con ellos.
RAFAEL BARRIOS -La broma es
que yo no he visto a Rafaelito agarrando un cuaderno…
ARTURO GRAFFE: -Ah, estaba
por decirle que ese muchacho está flojo en los estudios, además de malcriado.
Debe ponerle carácter.
RAFAEL BARRIOS: -¿Así es? No
se preocupe, que yo tengo un remedio gueno colgando de la paré que acomoda
muchacho.
-ARTURO GRAFFE: (EL MAESTRO ARTURO SE RIE)
–Bueno, los dejo. Gracias, Celestino, está bueno el café.
CELESTINO: -¡Ah, yo te dije!
-El
maestro Arturo se va. En eso llega Julián Aragort y Jonás Rojas:
JONÁS: -Épale! Buenos días
JULIÁN: Buenos días
-Buenos días, todos responden.
CELESTINO: -¿Quieren uno?
JULIÁN: -Claro que sí, Celestino,
eso ni se pregunta.
RAFAEL BARRIOS: -¿Y qué dato
hay pa´ hoy?
JONÁS-Caramba, ahora que lo
dice, anoche soñé con culebra otra vez.
JULIÁN: -¡Eso es el 15 fijo!
-De pronto irrumpe Iraida:
IRAIDA: -¡Sí, eso es el quince! ¿Verdá, Papá Gordo?
CELESTINO:-Mira, muchacha, no te metas en las conversas
de adultos. Váyase pa´ entro!
RAFAEL ELÍAS - ¿El 15? ¿Esa vaina no ique es chime?
JULIÁN -Así dicen…Pero también es el quince. Yo he ganao varias veces con ese número.
JONÁS -¡Y la vaina es que eran dos!
-De pronto irrumpe Iraida:
IRAIDA: -¡Sí, eso es el quince! ¿Verdá, Papá Gordo?
CELESTINO:-Mira, muchacha, no te metas en las conversas
de adultos. Váyase pa´ entro!
RAFAEL ELÍAS - ¿El 15? ¿Esa vaina no ique es chime?
JULIÁN -Así dicen…Pero también es el quince. Yo he ganao varias veces con ese número.
JONÁS -¡Y la vaina es que eran dos!
RAFAEL ELÍAS -¿Dos?
JONÁS -¡Sí, dos culebras, chico!
RAFAEL ELÍAS –Ahhhh!
JULIÁN –Entonces ese es el
215, dos culebras y el quince… Está clarito.
-Se
despide Rafael Elías Armas:
RAFAEL ELÍAS: -Bueno, yo me
voy a abrí el negocio.
CELESTINO: Bueno, Rafael…
-Los
demás también aprovechan a despedirse:
JULIÁN: -Nosotros también
nos vamos, Celestino.
JONÁS: Nos vemos, pues.
CELESTINO: -Nos vemos, pues.
Vayan con Dios.
-Mercedita le exclama a Iraida:
MERCEDITA: -Iraida, voltea las arepas, no las dejes quemá!, continuando su quehacer.
-En eso aparece Chicho González, Isidro Barrios y El Negro Rojas, conversando entre ellos:
-Mercedita le exclama a Iraida:
MERCEDITA: -Iraida, voltea las arepas, no las dejes quemá!, continuando su quehacer.
-En eso aparece Chicho González, Isidro Barrios y El Negro Rojas, conversando entre ellos:
CHICHO, ISIDRO Y EL NEGRO:-Buenos
días.
CELESTINO: - Buenos días. ¿Van
a queré´ uno?
ISIDRO BARRIOS: -Sí, Celestino,
sírvanos.
CHICHO: –Chico, cocomo tete
iba diciendo, Isidro, tengo dos gragrandes y bubuenas, queque ya están
llenando.
ISIDRO: -Bueno, yo me puedo
acercá hasta allá y las vemos -responde Isidro, mientras toma el café.
ISIDRO: -Yo necesitaba cinco
novillas, pero dos también me sirven.
EL NEGRO ROJAS: -Bueno,
chico, yo te dije que tengo varias allá, pero todavía no están llenando. Cuando
pueda, se da una vuelta por la finca pa´ que las vea.
ISIDRO: -Tendría que velas.
CHICHO: -¿Yy cucuándo irías
papa´ llá´?
ISIDRO: -Si puede, ahorita
vamos. Yo no tengo problema.
CHICHO: - Ah, bubueno, vamos
hohorita.
EL NEGRO ROJAS: -Bueno,
Isidro, me avisas pa´ í a ve las bichas. Yo tengo unas, pero todavía no están
llenando, como te dije.
ISIDRO: -Está bien, Negro, yo te aviso.
ISIDRO: -Vamonos, Chicho,
pa´ ve las bichas.
CHICHO: -Vavamonos, pupues.
EL NEGRO ROJAS: -¿Cuánto se
le debe?
CELESTINO: -Son tres,
¿no?…Tres lochas.
EL NEGRO ROJAS: - Tenga,
pues.
ISIDRO: -No, vale, yo pago.
EL NEGRO ROJAS: -Mañana
pagas tú, chico.
CHICHO: -Yy papasao mañana
yoyo.
EL NEGRO ROJAS: -Será…
SE DESPIDEN LOS TRES: -
Gracias, pues. Hasta luego.
CELESTINO: -Hasta luego,
pues.
-Una
vez culminada la faena mañanera, Don Celestino se dispone a retirarse; se
levanta de su silleta y monologa:
CELESTINO: -Ay, caramba,
esto fue tó´ por hoy. Mañana es otro día. Gracias a Dios- dice mirando al cielo
y persignándose.
-Toma
su tambora, su jarra y entra a la casa.
FIN
Cabe destacar que la obra
presenta algunos aspectos satíricos, otros exagerados, creados por el autor, esto
a fin de aportarle mayor interés y jocosidad a la historia. Muchas gracias por
su atención.
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